El Bull Terrier:
Abriendo Camino, J.F.
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Me dirijo a todos los aficionados del mundo canino y en especial a los del Bull Terrier para aportar mi granito de arena a esta inmensa raza.
 
 

Índice


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Definición

Es un perro inteligente, potente fisícamente. Con una fuerte personalidad y muchas características singulares que nada tienen que ver con los demás perros.
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Carácter

Desenvuelto, capaz de tomar sus propias decisiones.

Comportamiento

Es fiable con las personas y pesadamente cariñoso con los dueños, especialmente con los niños.

   Con los perros: es un perro de jerarquía que no impone ni admite que se la impongan. Las amistades se las tenemos que elegir nosotros, así le evitaremos animales peleones, dominantes y gruñones. El Bull Terrier juega cuando le apetece y hasta donde le apetece, así si conocemos este espacio de su carácter nuestro perro podrá jugar con otros perros sin incidentes.

   En la casa es como un gato: limpio, silencioso, sin exigencias de puntualidad en salidas y comidas. Acepta el lugar que se le asigne. Es tranquilo y relajado.

   En la calle:  seguro de si mismo, es juguetón, un poco bruto jugando, conocedor de su fuerza, la regula pero no lo suficiente como para no terminar mosqueando a algunos perros.

   El Bull Terrier tiene siempre que ir conducido con traílla. Sólo en lugar y condiciones adecuadas lo soltaremos.
   A partir de los 18 meses si hemos acertado en su educación, la traílla no será tan necesaria aunque nunca será prescindible.

   En casa debe tener un lugar donde apartarse a descansar y ser respetado su descanso.

El bloqueo

   Es sin duda la esencia misma del Bull Terrier. Es imprescindible conocerlo y diferenciarlo para manejar, educar y disfrutar de un Bull Terrier. Se parece a la terquedad, tozudez y desobediencia. ¡Pero no lo es!. Yo lo definiría como una idea encerrada en un espacio mental del que él no puede salir ni nosotros podemos entrar.
  En estado de bloqueo el animal no es accesible a nuestras indicaciones. El nos ve y nos oye pero no puede obedecer.
   El bloqueo no es un acto voluntario sino instintívamente autómatico. Se produce de forma súbita y también de manera lenta y progresiva, en todo caso cuando el animal queda bloqueado: atarlo o mantenerlo apartado hasta que se le pase es lo más adecuado. Esto dura 8 ó 10 minutos normalmente.
   El bloqueo se produce frente a los perros. En lucha es inmediato o cuando insistimos por la fuerza de forma brusca o contundente para que haga o deje de hacer algo. No es peligroso para nosotros. Tampoco siempre va a ocurrirle. Pero nosotros debemos ver si no responde por terquedad o símplemente se ha gripado para proceder en consecuencia.
   Lo que haremos siempre es evitarle situaciones y comportamientos que le produzcan el bloqueo, de esta manera apenas se producen. Si por el contrario lo habituamos a bloquearse estos durarán cada vez más tiempo, se producirán con más frecuencia y será más difícil sacarlo del estado de bloqueo.
   En situación de bloqueo nunca le vamos a castigar físicamente, ni siquiera verbalmente, produciríamos el efecto contrario, se hace más fuerte el bloqueo y por lo tanto durará más esta situación o encierro del animal en el mismo:
- atarlo (en la calle)
- apartarlo (en la casa).
- y en todo caso hablarle con cariño, acariciarlo, ofrecerle un juguete o  bien un manjar de su gusto son las medidas que nos van a ayudar.
   El bloqueo no es por principio una cualidad negativa sino una facultad del animal que si nosotros la orientamos al servicio de una buena educación se convierte en lo más gratificante que uno pueda imaginar sobre la conducta recta segura, formalmente garantizada que puede tener un perro.
   Aún cuando parezca que aparentemente me contradigo, lo hago consciéntemente, el bloqueo es una facultad orientable y es fundamental tener esto claro.
   Es una idea encerrada en un espacio mental del cual el perro no puede salir ni nosotros podemos entrar.
   No es ni tiene porque ser necesariamente una idea negativa.
   Es un animal que no tiene términos medios. Así desde los tres meses de edad iremos ya con la paciencia y consideracíon debida conduciéndolo por la educación, camino, forma y conducta que deseamos vaya cuajando y cuaje en nuestro perro.

Naturaleza del Bull Terrier

   Es un animal luchador si nos gusta como si no, esto es así. Se buscó la elección y se hizo la selección para ello, consiguiendo un resultado impecable.
   La característica del bloqueo junto a su enorme fuerza mandibular, inteligencia y rapidez de actuación, le hacen un perro imbatible frente a cualquier otro, sólo tiene como potenciales rivales su propia raza, es decir, otro Bull Terrier. Quienes ponen en duda esto terminan en estúpidas peleas para comprobar lo que ya esta sobrádamente demostrado.
   Yo digo que los animales son fuertes o débiles, el comportamiento depende de la educación y afirmo que el Bull Terrier no es una excepción en esto.

El carácter virgen del Bull Terrier
 

   Es autónomo, gusta de hacer lo que le da la gana, es terco y tozudo, se cuestiona el hacer o no las cosas que le dicen y desde luego, él siempre en principio decide.
   Nosotros a través de una orientación elegida le podemos ir convenciendo con firmeza, claridad y sin dudas cual debe ser su comportamiento. Es un animal que tiende a hacer lo que le da la gana y tarda en aceptar lo que se le diga o se le trate de imponer. Ahora bien, cuando ha aceptado hacerlo, de esta forma se nos comportará siempre. Esta es su belleza y garantía.
. A este animal hay que convencerlo con firmeza, constancia y la contundencia estríctamente necesaria. No responderá si se ve atropellado por la fuerza. Se bloqueará y ahora si que le puedes hacer lo que quieras, no cederá.
   Nosotros podemos tener la seguridad de que si somos capaces de tener la constancia y claridad necesaria para educar a un Bull Terrier se disfrutará de un animal que nos colmará de satisfacciones y marcará sin duda nuestra manera de vivir.
   Tengo que decir y digo que esto es un reto que algunas personas no deben aceptar.
   Antes que el Bull Terrier esta el perro. Es decir, primero gustan los perros, luego uno específico. Y desde luego el peligro no es el perro en si, sino el saber estar y tener de uno y de los demás. Ésta es sin duda la dificultad que puede encontrar el aficionado al Bull Terrier. Lo demás son historias para no dormir.
 

La cría

   Un buen ejemplar tiene siempre dos partes: el criador y el que lo cría, es decir; el que selecciona y elige un buen cruce de ejemplares buenos y compatibles para obtener buenos animales y el que en el primer año de vida desarrolla físicamente todas las cualidades potenciales que se hayan obtenido.
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La crianza

Si en el Bull Terrier la educación es una necesidad ineludible, su alimentación es indispensable para su óptimo desarrollo. Especialmente en el primer año de vida.

El Bull Terrier es un animal de una densidad equivalente o superior a un mastín o un gran danés. Tiene un desarrollo en peso y osamiento esquelético muy rápido y  si no se calcifica adecuádamente se le tuercen las muñecas y se le abren las manos y los dedos. No hay ninguna alimentación por rica que sea esta que aporte las necesidades de calcio que necesitan estos perros en su primer año de vida.

Las distintas marcas de calcio aportan distintas cantidades y se asimilan por distintas vías no siendo entre si todas de equivalentes resultados.

Ejercicio

Con treinta minutos en días alternos el animal se mantiene bien. Si conseguimos centrar la atención en un juguete (el ideal, una pelota de goma maciza) será muy útil para todo: ejercicio, conducción y manejo en general del animal. Como todos, el Bull Terrier, sigue el movimiento de las cosas: es decir,todas las cosas que se mueven le llaman la atención. Valiéndonos de este principio, utilizaremos una pelota del volumen y flexibilidad que sea de su gusto.
   Aprovecho para decir, como prueba de que sigue el movimiento, que gusta de morder los pies, el filo de los pantalones, la fregona, la escoba, ect., de los dueños. Cosas que a mi juicio por simple comodidad, por ejemplo: con un cachete cada vez que se produzca la situación y no con un fregonazo, aprenderá que aunque la fregona o las piernas se mueven no hay que morderlas.

Necesidades básicas

   El Bull Terrier necesita morder. Hay que tenerle piel, huesos, cuerdas, pelotas, muñecos. Morderá sus cosas y dejará en paz las nuestras, esto es así siempre. Y desde luego especialmente de cachorros.

Alimentación

Come de todo, básicamente yo le doy pienso galleta de adultos ya desde pequeño. ¡No el más caro es siempre el mejor!
¿ Al perro le salen calvas? ¡ Ese pienso no es bueno!
¿ Le tiemblan las muñecas delanteras? ¡ La cantidad de calcio no es la adecuada, la composición del calcio no es la idónea!
 

La boca del Bull Terrier

   Es sin duda la aventura más desconcertante y singular para cualquier persona que se inicie en el conocimiento de esta raza. El primer mes la boca encaja como la de cualquier perro, a partir de aquí y hasta el cuarto y quinto mes se produce una diferencia de confrontación entre la inferior y la superior que puede llegar a más de 12 milímetros de diferencia. Esto se iguala en los próximos meses y desde luego antes de un año. Los colmillos inferiores como es natural en su proceso de ida y vuelta en la boca caminan vertical. En torno a un año más bien tarde que pronto estos dientes se desplazan hacia el exterior formando una diagonal sobre la vertical mantenida para quedar definitivamente ensamblados en tijera como corresponde a esta raza y que definitivamente así se mantendrá siempre. (Esto aunque es una obviedad entre el entendido del Bull Terrier es una ignorancia dominante incluso entre los facultativos caninos). Con todos mis respetos tengo que decir y digo que al Bull Terrier no hay que practicarle ninguna maniobra relativa en la boca hasta pasados los quince meses. Ahora bien tendremos el celo suficiente de observarle la evolución de la boca centímetro a centímetro al menos cada 15 días para evitarle la existencia dual de los dientes de leche paralelamente a la salida de los definitivos y también  por si se le ha producido alguna herida y esta no cicatrizara en un tiempo razonable, ahora si habría que actuar como procediese. Estas observaciones no se producen  generalmente en todos puesto que son accidentales, ahora bien cuando se producen hay que actuar sin duda sobre ellas para podernos asegurar que terminaremos cuajando un animal de primera fila.

Educación

   Sobre la educación del Bull Terrier quiero decir que cuanto más pronto se empieza mejor. Las ideas hay que tenerlas claras, no podemos ni debemos hoy darle por buena una cosa y mañana decirle lo contrario. Aunque sea obvio permítaseme decir que al animal hay que empezarle a hacerle obedecer cuando vemos que nos entiende y desde luego la condescendencia estará siempre ligada a la edad del animal y al hecho del que se trate.
. El Bull Terrier aprende rápido y obedece tarde y léntamente. Pero cuando fija una idea en su educación esta quedará siempre así.

   ¿ Cuándo tenemos que pedirle que obedezca? Cuando vemos que nos entiende.

   ¿ De qué manera? Siempre de manera natural y suave para aumentar gradual y controládamente la presión hasta donde haga falta, sin perder de vista la edad que tenga el animal: cachorro, joven o adulto.

   El castigo físico no se descarta, pero ojo: como una forma de expresión más contundente y no para atropellar, reducir o intimidar al animal. Es decir ¡ le damos un cachete! para hacerle ver lo que está viendo y nosotros vemos que no le da la gana a él de ver.

Reproducción

   El Bull Terrier no es un animal comercial. Es un capricho tan específico que su logro tiene tal cantidad de trabajo que en términos económicos cualquier otra actividad compensaría mucho más.
. La hembra especialmente dulce con los dueños, es como madre inútil, hay que asistirla en el parto, ayudarla en la expulsión de los cachorros, no dejárselos tocar. Solo sujetándola se le aproximan los cachorros. Hay que quitarles la bolsa, cortar a tijera el cordón, limpiarlos y ponerlos en una caja aparte y ahí van a estar siempre. Nunca con la madre. Cada dos horas se le ponen a mamar, la primera semana de vida. Cada tres horas, la segunda semana. Cada cuatro horas, la tercera semana. A los 25 días se empienzan a destetar. Y se comienza con el calcio.
.  Con 15 días ya pueden comer un poco de carne cruda, leche y sopas, leche y un poco de pienso molido. Finálmente comen de todo.   ¡ Las hembras no son malas madres! Son simplemente inútiles como tales. Se ponen tan nerviosas que no saben lo que hacer, aún cuando se ve que están viendo que algo tienen que hacer, pero no saben hacerlo, esto las pone muy nerviosas, las excita y las agota. En este contexto, los pisan, los aplastan, provocándoles la muerte: Luego lloran ellas y nosotros.   Pero ya no hay marcha atrás, eso tenemos que verlo antes.- Muertos los cachorros ella se los come, pero no los mata por matarlos con consciencia y decisión. Sólo es un accidente provocado por su incapacidad operativa natural.   Yo pienso que esto puede ser debido a la alta y todavía reciente selección artificial de que necesáriamente hemos tenido y tenemos que hacer cuando queremos algo muy concreto.

..Aclaraciones finales

   Quiero para terminar dejar claras dos cosas más sobre el Bull Terrier por su transcendencia.

1º Sobre la cría tenemos que estar con ella antes de que empiece a parir si
    llegamos después,  los que hayan naciado antes,  no los veremos.
Sobre la pelea: el Bull Terier no la empieza pero es muy bruto jugando, le gusta el juego duro y esto a unos los mosquea a otros no les gusta. El con indenpendencia de lo que piense el prójimo insistirá en querer jugar o seguir jugando. Cuando el otro plante cara o se atreva a pegarle por pesado tendremos un incidente garantizado. Así es el carácter virgen del Bull Terrier. Y aviso si permitimos que le ocurra con frecuencia, terminará por no jugar con ninguno e irá diréctamente a pegarse con todos siempre que tenga ocasión.
Habremos acabado con nuestro Bull Terrier y nos encontraremos con que ahora símplemente tenemos un perro de pelea.

Despedida

   Con los mejores deseos y sin ánimo de presunción, jactancia o simple pedantería, José Francisco López Rodríguez sólo intenta ayudar a criar y poder disfrutar del más maravilloso de los Bull Terrier.
 

   José Francisco López Rodríguez. Garnata Alvejud.

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